El tiempo crece a mis espaldas, el camino se extiende hacia atrás en un largo hilo de recuerdos que se van haciendo cada vez menos visibles mientras más lejos quedan, la nostalgia es un larga vista que me ayuda a ver mejor a aquellos momentos más importantes, como ese de allá que a lo lejos brilla bastante, ¿Lo ves?, es mi primer día de clases, mucho más cerca podés ver uno triste, sí, ese mismo, es la muerte de mi padre, y ya acá cerquita están los que más disfruto recordar, por su aroma y sus colores, porque vos sos la protagonista, pero ese momento en particular, ese que resplandece de una forma muy peculiar, es uno que vale la pena comentar hoy, si te fijás bien en la instantánea mental, mis manos, sudorosas, tiemblan, mi voz, entrecortada, apenas se anima a salir de mis labios y se amarra a mi garganta, la tarde de lunes cae, pesada, sobre mis párpados, que se cierran en un intento de plegaria, mientras, nervioso, marco por primera vez tu número de teléfono.