En nuestra propia casa
Todavía no lo puedo creer, me cuesta entenderlo y aceptarlo, pero pasó, ¡y en nuestra propia casa!, abrí la puerta y ahí estaban los dos, sus piernas entrelazadas en un abrazo imposible, estaba tan sorprendido que no sabía qué pensar, vos nunca mostraste esa flexibilidad conmigo, tus piernas jamás me rodearon de esa manera, aunque a decir verdad yo tampoco hubiera podido amarrarme así a vos, claro, para eso tendría que ser contorsionista, me será muy difícil olvidar esa imagen, ese momento, ese abrir la puerta para ver cómo hacían el amor nuestros jeans dentro del lavarropas.
11 Comments:
JAJAJAJAJAJAJJA!!!!!
¡Qué buen remate!
Vamos Jorge, carajo!
Hay que ver lo que la mente llega a elucubrar ante algunas imágenes.
Saludos
esta seguro, mi señor, que eran sólo jeans?
reciba mis saludos.
lady blue, jeje, gracias por la preocupación.
besos
maldito duende, sí, así me reí yo también cuando abrí la puerta del lavarropas y se me ocurrió este relato... jeje
Abrazos
noa, sí, la mente tiene vida propia, y a veces para nada responde según lo que esperamos de ella ;o)
besos
t-bone, un gran gusto verlo de nuevo en el mundo de los vivos, y sí, eran sólo jeans, aunque muy calenturientos por lo visto.
Abrazos
Ja... jeans apasionados.
Lo que hacen las letras..
Escribes cada vez más bonito.
Exitos! y besos.
QUE SUSTO!!
Al final que imaginación!! la de un hombre totalmente enamorado!!
Podria haberlo llamado al post JEANS EROTICOS
Me encanto como siempre!!
BESO FANTASIOSO
lucía, muchas gracias.
besos
Guadalupe, pero ese título le hubiera quitado suspenso al relato ;o)
besos
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