Se yerguen mis versos y en fila caminan con paso decidido hacia el abismal olvido, saben que el tiempo es un brutal enemigo que no les permitirá conquistar la blanca llanura de la página virgen, saben que sus esfuerzos son vanos, han visto que sus fuerzas hoy no rebasarán a las de su eterno adversario, es por eso que han optado no por rendirse cobardemente, si no por el valiente suicidio colectivo, estrellándose en masa cual heroicos kamikaze, obligando así a que la página en lugar del virginal blanco, quede preñada con estas letras, letras simples que forman palabras simples para decirte simplemente lo mismo de siempre:
tu piel
es el hogar
de mis caricias.