Y claro, la lluvia...
Y llovió, llovió como para mojar conciencias resecas y ajadas, la lluvia cayó horadando los techos indóciles de algunos corazones, carcomiendo los cimientos de algunas almas insensibles. ¿Muertos?. Sí, hubieron algunos, claro, el agua es capaz de arrasar ciudades y también de lavar pecados, al menos eso nos enseñaron en la iglesia, por eso el bautismo es con agua, y cuando esta cae del cielo, es porque todos necesitamos ser rebautizados para merecer seguir existiendo, y murieron los que se hundieron por el peso de sus bolsillos llenos de monedas de plata (creo que de a treinta por cabeza), el problema es que el agua también redime y libera, porque después los muy infelices reviven para guardarse una moneda más y esperar hasta la próxima lluvia, cuando tengan que morir de nuevo para volver a mostrarnos que el milagro de Lázaro está a la venta en tu iglesia preferida, creo que cuesta un par de dólares americanos.
espacio
Hoy no estoy para versitos y esas cosas...