Y claro, la lluvia...
Y llovió, llovió como para mojar conciencias resecas y ajadas, la lluvia cayó horadando los techos indóciles de algunos corazones, carcomiendo los cimientos de algunas almas insensibles. ¿Muertos?. Sí, hubieron algunos, claro, el agua es capaz de arrasar ciudades y también de lavar pecados, al menos eso nos enseñaron en la iglesia, por eso el bautismo es con agua, y cuando esta cae del cielo, es porque todos necesitamos ser rebautizados para merecer seguir existiendo, y murieron los que se hundieron por el peso de sus bolsillos llenos de monedas de plata (creo que de a treinta por cabeza), el problema es que el agua también redime y libera, porque después los muy infelices reviven para guardarse una moneda más y esperar hasta la próxima lluvia, cuando tengan que morir de nuevo para volver a mostrarnos que el milagro de Lázaro está a la venta en tu iglesia preferida, creo que cuesta un par de dólares americanos.
espacio
Hoy no estoy para versitos y esas cosas...
1 Comments:
la lluvia acaricia mi cuerpo como mil versos que te nombran, como mis lágrimas hechas tinta y mi lapicero hecho navaja que corta el papel como tu mirada a mi alma; la felicidad es sólo mayor, cuando sonríes.
para: Isabel B.
ojalá pudiera decírcelo
.Beto.
Cuando por primera vez entré a tu blog, me gustó tanto la idea de escribir lo me salía, que ahora es una terapia para mi. gracias.
me gusta mucho lña meanera en que escribes, felicidades.
.Beto.
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