Verde
Las ruedas van levantando un polvo finísimo a su paso cubriendo las plantas al lado del camino y dándoles la apariencia de estatuas de tierra, el sol poniente en frente mío muere rojizo con la caída de la tarde mientras el volante vibra bajo mis manos, mi única compañía es Pappo que me canta desde su Auto Rojo “Tengo un pequeño auto rojo/que me lleva donde voy…”, su voz áspera como una lija raspa mis oídos mientras su guitarra inconfundible me grita pentatónicas de fuego.
Ya llevo horas manejando y sigo en medio de la nada, en medio de la sabana verde que es el Este de Santa Cruz, ese verde absoluto de belleza abrumadora que quita la respiración, la borrachera verde, verde que te quiero verde.
Atrás quedaron pueblos centenarios y pequeños caseríos que la gente insiste en llamar pueblos, atrás quedaron semanas de turno en medio monte y atrás quedó un pasado insignificante que va a ser placenteramente barrido por tus sonrisas, tus sonrisas quedan adelante, hacia el poniente, allá donde se está poniendo el sol, el sol casi dormido que se alegra de verme recorrer cientos de kilómetros hacia vos, hacia tu piel, donde mueren las absurdas ilusiones, las ilusiones muertas que con sus cadáveres retorcidos alimentan el verde que me rodea mientras viajo hacia vos.
Ya llevo horas manejando y sigo en medio de la nada, en medio de la sabana verde que es el Este de Santa Cruz, ese verde absoluto de belleza abrumadora que quita la respiración, la borrachera verde, verde que te quiero verde.
Atrás quedaron pueblos centenarios y pequeños caseríos que la gente insiste en llamar pueblos, atrás quedaron semanas de turno en medio monte y atrás quedó un pasado insignificante que va a ser placenteramente barrido por tus sonrisas, tus sonrisas quedan adelante, hacia el poniente, allá donde se está poniendo el sol, el sol casi dormido que se alegra de verme recorrer cientos de kilómetros hacia vos, hacia tu piel, donde mueren las absurdas ilusiones, las ilusiones muertas que con sus cadáveres retorcidos alimentan el verde que me rodea mientras viajo hacia vos.
En mi regreso a tus brazos todos los caminos son cortos.
4 Comments:
Maravillosa esa frase final... un día hasta se la robo ;)
Besos!
Shered, no hay lío, siga no más y gracias por su paso.
Besos.
:) gracias...
libertad, gracias ¿por qué?
besos
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