Pequeña fábula del sol y la luna
He visto al sol caer tantas veces mientras corre tras la luna que ya me acostumbré a ver sus rodillas sangrando, vos también lo has visto ¿O por qué creés que el ocaso es rojizo?, esas son las rodillas del sol raspadas por las asperezas del cielo, las nubes son para él guijarros y piedras.
La luna por su parte lo ignora, con sus cicatrices de acné no se siente atractiva, por eso no le importan ni el sol ni sus rodillas, ella te persigue a vos porque sólo le importa observarte deseando ser tu hija para heredar tu mirada.
2 Comments:
Es realmente hermosa la forma en la que escribes. Me encanta.
Un abrazo
Gracias Sebas, otro abrazo para vos.
Publicar un comentario
<< Home