Esto no es poesía

No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.

- Oscar Wilde -

jueves, octubre 27, 2005

Gajes del oficio III

Viviana estaba feliz, llevaba ocho años viviendo con Humberto y tenía ya dos hijos, uno de siete y el otro de cinco años, y al fin él se decidió a casarse, “Nos vamos a casar por todo Vivita, tengo unos pesos para la fiesta, invitemos a todo el mundo”
Ella tenía un poco menos de treinta años, conoció a Humberto hace más de diez, cuando ella vendía café caliente, tamales, cuñapés y otras masitas por las tardes en un canasto que llevaba por las calles acompañando a su madre, entonces tenía diecisiete años, una sonrisa bonita, mirada huidiza, y estaba lista para ir a la cama con el primero que le lance un piropo agradable.
Por su parte Humberto tenía cerca de cuarenta años, no era muy alto, su vientre abultado hacía sonreír a las camisas entre botón y botón mostrando la piel clara y la vellosidad oscura alrededor de su ombligo, pero era un hombre apacible, siempre sonreía al saludar y al despedirse, su voz era suave y su risa sonora, contaba los mejores chistes y le gustaba poner apodos.
Trabajaba como mecánico en un taller de motos, aprendió el oficio como la mayoría, empezando como ayudante en el taller de su tío a sus quince años, a sus veintisiete abrió uno a medias con un amigo, pero esta sociedad no duró mucho, poco tiempo después su amigo emigró a España y le vendió su parte, desde entonces se sentía como todo un empresario, era dueño de su propio taller.
La noche antes del matrimonio sus ayudantes decidieron hacerle una pequeña despedida de soltero “acá al lado del taller no más, barato es el trago y a veces vienen chicas”, le pareció buena idea y fueron, lo malo es que a la primer chica que vio cuando estaba orinando bajo el poste de luz fuera de la cantina le hizo el trato, sin saber que lo esperaban unas tijeras afiladas para clavarse en su espalda y acabar con su vida.

2 Comments:

At 5:59 p. m., octubre 27, 2005, Anonymous Anónimo dijo...

upss este me dio miedo...

 
At 4:21 p. m., octubre 28, 2005, Blogger jorge angel dijo...

jeje, bueno, quizás deberías leer la serie completa que quisiera llamar Historias Urbanas, comienza con Ciudad de Pobres Corazones, y luego están Gajes del Oficio I, II y III, ya luego escribiré otros que completen la secuela.

Besos

 

Publicar un comentario

<< Home