Esto no es poesía

No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.

- Oscar Wilde -

lunes, septiembre 19, 2005

La batalla clave

La escasez de muebles revelaba un departamento clásico de soltero, sólo un televisor, un equipo de música, algunos cojines en lugar de sillones en la sala, en el dormitorio apenas la cama desarreglada sobre el piso alfombrado, y en la cocina nada más que la heladera medio vacía, todo lo demás era innecesario.
La cita estaba arreglada para las ocho de la noche.

- por favor, llegá puntual, es muy importante
- sí, claro, a las ocho en punto estoy ahí, pero…¿para qué?
- ya vas a ver, vos sólo llegá puntual

Esa noche llegaste a tiempo, te sorprendió el cambio de la decoración, la luz de las velas sobre la cubrecama roja puesta en el piso a modo de mantel, los dos lugares señalados con los cojines, dos platos servidos (pastas, mi especialidad) y una botella de vino tinto en el centro. La música suave de Presuntos Implicados le daba calor al ambiente y el olor a jazmines que se desprendía del incienso pretendía abrirme camino para llegar más allá de lo que me habías permitido hasta entonces.

- ¿qué celebramos?
- nada especial, sólo quería que tengamos una bonita cena
- ¿sólo eso?
- sí... (claro, después vas a ser mía de verdad, pero esos planes los vas a descubir vos sola)

Tu sonrisa iluminó el lugar, las pobres velas se avergonzaron y temblando ante tu presencia intentaron apagarse, el incienso duró lo suficiente para que su aroma alcance tu olfato y el vino fue mi arma más contundente, me dio valor para luchar por mi objetivo.
Nunca es para siempre no era la canción más propicia para el momento, pero unas cuantas piezas después y justo al final de la cena, cuando sólo quedaba un poco de vino en nuestras copas empezó Palomas y sus letras eran perfectas para mis planes, esperé que tu mirada busque la mía mientras avanzaba la canción y luego te dediqué la última estrofa cantándotela al oido: Cuando las campanas pierdan el compás/Y la buena noche me venga a buscar/Yo seré la ola que se enredará/A la caracola de la eternidad/Por llegar a ti, a ti mi amor, llegar a ti.
Nada más fue necesario, entonces alcancé lo que nunca antes te habías animado a darme: tu corazón, desde entonces sí sos mía.

3 Comments:

At 3:25 p. m., septiembre 20, 2005, Blogger Isabel Bertossi dijo...

qué bonito, hoy en mi país se celebra el día de los novios

 
At 8:56 a. m., septiembre 21, 2005, Blogger jorge angel dijo...

Alejandro, gracias por tu visita, y en mi caso, ambos dieron resultados óptimos.
Un abrazo.

 
At 8:57 a. m., septiembre 21, 2005, Blogger jorge angel dijo...

Milagros, yo trato de celebrar el día de los novios en cada desayuno a su lado, gracias por tu visita.
Un beso.

 

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